El mundo se presenta ante nosotros repleto de oportunidades, pero de forma abrumadora. Nuestro sistema que se basa en la superproducción de bienes materiales, servicios e ideas, se ocupa de mantener gran parte de nuestra atención en discernir sobre qué producto adquirir. Es ahí donde el marketing y la publicidad han ganado parte de nuestra atención inundando nuestras pupilas con ingentes cantidades de mensajes en forma de gráfica impresa o audiovisual y escrita. Campañas internacionales de amplios espectros de comunicación lo sellan todo de un mensaje casi global que nos ha echo más vulnerables y dispersos, más confusos y, a la vez, mas vacuos nuestros pensamientos; el omnipresente medio audiovisual de la TV está constantemente produciendo y reproduciendo imágenes de diferente lectura ya que van dirigidas según el estudio correspondiente de impacto a diferentes sectores de población consumidora. Tal entramado de circunstancias hace del espectador un ser selectivo a la hora de cubrir sus necesidades. El diseño y sus derivados nos ofrecen la posibilidad de diferenciarnos supuestamente de otros consumidores y a la vez auto afirmarnos en nuestras decisiones de compra.
También a la hora de entretenernos o informarnos debemos tener en cuenta la capacidad de divulgación de los Mas-Media que hacen posible una visión global del mundo, en imágenes instantáneas, y, a su vez, que éstas se conviertan en un producto de consumo divulgativo. Imágenes que para poder ser noticias deben estar impregnadas de un fuerte contenido emotivo. Los telediarios, con sus imágenes de catástrofes, guerra, desolación, escándalos y corrupción irrumpen en los hogares de manera violenta, ¿cuál es el impacto a esperar en nuestra capacidad de atención en lo cotidiano?…
Carlos Villanueva Blanco
“Ultimas tendencias en el arte”
Curso: 2005-06